#NiUnaMenos: También en Salto hubo movilización
El viernes 3 de junio, en nuestra ciudad como prácticamente en todo el país, hubo gente que se movilizó contra la trata, contra la violencia de género, contra el femicidio, en otras palabras, por la defensa de los derechos de la mujer.
Es tan cierto como lamentable, que en Salto la movilización estuvo muy lejos de ser masiva, apenas un centenar de personas, aproximadamente, se concentraron a partir de las 18 horas en Plaza San Martín, donde entre otras expresiones, se le rindió un especial homenaje a Johana Torelli, aquella joven mujer asesinada en barrio Valacco hace poco menos de seis años, hecho por el cual está preso quien por entonces ya era su ex-pareja, Jonathan Galeano.
Siu Casas, Mercedes Lloret y Gabriela Muñoz, estuvieron entre quienes elevaron su voz en esta convocatoria que, a diferencia de otras ediciones, quizás porque 2016 no es año electoral, no tuvo políticos que se disputaran el uso del micrófono, más allá que entre la concurrencia, se pudo observar la presencia de algunos funcionarios municipales, tales el Secretario Privado, el de Gobierno, el de Cultura y el titular del área de prensa. Lo del Concejo Deliberante fue casi patético, sólo observamos la presencia de una concejal, la Sra. Silvia Costantini (FpV), aunque alguien nos dijo que también estuvo Daniel Arimay (PRO). Los demás ediles, tanto del oficialismo como de la oposición, brillaron por su ausencia.
En general fue la política partidaria la que estuvo ausente en esta convocatoria. Las críticas lanzadas por Mercedes Lloret hacia la figura de Mauricio Macri, nada tuvieron de partidismo, fueron tan sólo una expresión de la realidad que algunos o muchos callan.
En otro orden de cosas, se recordó a muchas victimas recientes de femicidio, lo de Johana Torelli fue más especial porque allí estaba toda su familia, hasta parte de la batucada E’Mari, de la que Johana supo ser pasista.
En síntesis, una movilización por los derechos de la mujer, que en Salto tuvo una concurrencia menor a lo esperada. Queremos creer que fue por el frío y no por indiferencia, aunque hay circunstancias que nos hacen albergar serias dudas sobre las verdaderas causas de la mezquina respuesta a la convocatoria. Si el respeto a los derechos de la mujer tiene que ver con lo cultural, la transgresión a esos derechos no debería extrañar demasiado en una sociedad en la que, programas televisivos como los de Tinelli concentran mayoritariamente a la audiencia o donde hay un presidente que no sólo cree, sino también lo expresa, que “a cualquier mujer le gusta que le digan un piropo aunque este sea, que lindo culo que tenés”.
