De asistencia al diabético a Comisaría de la Mujer

Días pasados observamos, no sin sorpresa, que aquel inmueble de calle Las Heras, donde en los últimos 15 años funcionó «La casita del diabético», estaba siendo refaccionado conforme las necesidades de su nueva afectación: La Comisaría de la Mujer.
Sabemos que la propiedad de calle Moreno y Rivadavia, donde todavía funciona la repartición policial, resulta demasiado onerosa para las alicaídas finanzas municipales, pero de allí, a ponerle punto final a ese centro de salud que la Dra. Mónica Chiaradio convirtió en una verdadera institución para los pacientes diabéticos, nos parece que hay una distancia sólo salvable si existe un muy sólido fundamento.
La Dra. Chiaradío es una profesional médica diabetóloga de amplia experiencia, reconocida no sólo a nivel local, sino también a nivel regional, provincial y nacional. La actividad que ha desarrollado en los últimos 15 años en beneficio de los pacientes diabéticos, es elogiable desde todo punto de vista. Hoy esa tarea la desempeña, junto a la que le insumen otras patologías, en la Sala de Atención Primaria de barrio Trocha y, aunque vocación le sobre, «La casita del diabético», siempre fue algo muy especial en materia de Salud, más allá del cargo impuesto en su momento por quien fuera donante de ese inmueble.