Tras 48 años, el sable de San Martín vuelve al Museo Histórico Nacional y a la ciudadanía
Se trata de un sable de origen árabe que San Martín compró en Londres en 1811 y que fue legado, a raíz de la muerte del prócer, al por entonces gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, y a fines del siglo XIX su hija Manuela, que residía en el extranjero, lo donó a la Nación Argentina.
Así, la pieza fue repatriada y depositada en 1897 por el presidente José Evaristo Uriburu en el Museo Histórico, donde permaneció por 66 años hasta que fue sustraído en dos oportunidades por la resistencia peronista, en 1963 y 1965.
En 1967, el dictador Juan Carlos Onganía decretó que fuera transferido para su custodia al Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, donde permaneció hasta hace unas semanas cuando fue trasladado nuevamente al Museo por orden del Ejecutivo.
Para su traslado, a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, el gobierno nacional argumentó que «actualmente, el Museo Histórico Nacional está llevando a cabo un proceso de reconfiguración que pretende exponer la historia argentina desde un abordaje de la construcción social, a fin de volver a articular exposiciones permanentes que den testimonio de nuestra cultura, desde los pobladores originarios hasta el siglo XX».
Cabe destacar que se trata de una pieza muy importante, porque acompañó a San Martín durante toda su campaña libertadora, donde no sólo se logró la independencia de Argentina, sino la de gran parte de la región.
Es un arma liviana, que de punta a punta tiene 99 centímetros, muy apropiada para los combates cuerpo a cuerpo. Por su curvatura, la hoja era agresiva en toda su extensión y con una vaina de madera de cedro enfundada con un cuero especialmente texturado. Posee una puntera y la bocavaina de cobre forjada y cincelada a mano y bañada en oro. Era un sable de combate, que era fundamental para salvar la vida y atacar.
Con su traslado al Museo Histórico Nacional, la espada podrá ser apreciada por todo el público en una sala especialmente diseñada con modernas medidas de seguridad y conservación.
“Símbolo de libertad”
En ese acto reivindicatorio de la lucha del prócer, el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, manifestó que “el sable corvo de San Martín es un símbolo de libertad e independencia”, al tiempo que agregó que la restitución se trató de un hecho histórico “por la relevancia la figura de San Martín para nuestra Patria».
Además, el funcionario, agregó que “la Presidenta impulsó su restitución al Museo Histórico Nacional que es donde tiene que estar y seguirá bajo la custodia del Regimiento de Granaderos a Caballo”. (InfoGEI).