Política

CASO NISMAN: ¿Quién repara ahora el daño a la República?

Finalmente el Juez Federal Daniel Rafecas desestimó la denuncia de Alberto Nisman (luego impulsada por Pollicita) contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el supuesto encubrimiento a Irán en el marco de la investigación por el atentado a la AMIA.
Tanto la denuncia en si misma, como el tratamiento que los medios hegemónicos dieron más tarde a la muerte de Nisman, pretendiendo responsabilizar directa o indirectamente al gobierno nacional, fueron hechos que irremediablemente dañaron la imagen del país en el exterior.
Ahora el fallo del Juez Rafecas, que en algunos párrafos de su extensa fundamentación expresa:
«A partir de todas las evidencias reunidas en este expediente a la fecha, presentadas por el extinto Fiscal denunciante, habiendo estudiado con máximo detenimiento la extensa presentación fiscal; examinado con la mayor atención las notas periodísticas e informes de inteligencia citados; leído con rigor cada una de las escuchas telefónicas arrimadas (de las cuales, hay que decirlo, no surge la intervención de ningún funcionario nacional), llego a la conclusión de que no hay un solo elemento de prueba, siquiera indiciario, que apunte a la actual Jefa de Estado», concluyó Rafecas.
En su resolución, el juez sostuvo que esos elemento «inhiben el inicio de un proceso penal» por cuanto no sólo dejan huérfano de cualquier sustento típico al hecho descripto como una supuesta maniobra de «encubrimiento» y/o «entorpecimiento de la investigación» del atentado a la AMIA destinado a dotar de impunidad a los acusados de nacionalidad iraní, sino que por el contrario, tales evidencias se contraponen de modo categórico al supuesto «plan criminal» denunciado, demuestra claramente que la denuncia de Nisman no tenía ningún sustento jurídico, siendo quizás su único objetivo provocar un impacto político en detrimento de la imagen interna y externa del gobierno nacional.
Por eso nos cuesta entender cuales fueron las verdaderas razones del 18F si se trató de un homenaje a Nisman el interrogante se multiplica sin hallar una respuesta que lo justifique, salvo su determinación final.
La sentencia de Rafecas muestra claramente que no hay motivos valederos para homenajear a Nisman. Quizás si lo tengan Patricia Bullrich, Laura Alonso y algún otro sector de la oposición política y mediática a los que les fue provechosa la muerte del fiscal.