«A quien le quepa el sayo, que se lo ponga»
Si el tema no fuese tan dramático, resultaría hasta gracioso que aquellos que cuando fueron gobierno, en tiempos de bonanzas para el mundo, restringieron a la gran mayoría del pueblo argentino, hoy, en tiempos de pandemia, se quejen de las restricciones impuestas por motivos sanitarios.
Son los mismos que hasta hace algunos meses militaban contra la vacuna, los que decían que Alberto Fernández quería envenenar al pueblo con la vacuna, que la vacuna rusa era un negocio de CFK, ahora resulta que no sólo reclaman más vacunas, sino que acusan de ineptitud al gobierno por no contar ya con mayor cantidad de vacunas.
Dicen hoy que el pueblo paga con restricciones la falta de vacunación, y allí responsabilizan a los gobiernos nacional, provincial y municipal. ¿Saben qué? En Salto al día 23 de mayo fueron vacunadas al menos con una dosis 9457 personas, esto es más o menos el 65% del total de inscriptos, que por supuesto no son todos los habitantes potencialmente habilitados para recibir la vacuna en razón de su edad. ¿Y saben Uds. por qué hay gente que todavía no se inscribió?, si, lo saben, es por la campaña anti vacuna que se ocuparon de difundir por todos los medios cómplices, inoculando en la gente el mismo odio que a Uds. los carcome.
Todavía tienen cara de lanzar como velada amenaza lo del agotamiento social y económico del pueblo, realmente es patético. Cuando fueron gobierno dejaron vencer 4 millones de vacuna, endeudaron al país como nunca antes en su historia, destruyeron la salud y la educación pública e hicieron pedazos hasta su propia fuerza política, la que alguna vez supo ser un partido nacional, popular y democrático.
Ahora se quejan de las restricciones, pero estamos en tiempo de una pandemia que no da tregua, Uds cuando tuvieron el gobierno del país y de la provincia de Buenos Aires, no tenían pandemia, sin embargo, el FMI les dio 45.000 millones de dólares y se los fugaron. Y también restringieron, porque terminaron con el plan «Conectar Igualdad», con «Orquestas y Coros del Bicentenario», quitaron vacunas del Calendario Nacional, les sacaron remedios a los jubilados, eliminaron pensiones por discapacidad, más de 400.000 pymes tuvieron que bajar sus persianas, dejaron sin trabajo a más de 2 millones de personas, aplicaron tarifazos de más del 2000% en gas y electricidad y más de 400% en combustibles. ¿Todo para qué? para enriquecer todavía más a los parientes y amigos.
Si tienen un poquito de vergüenza, guarden silencio, es el mejor favor que le pueden hacer al pueblo, incluso al que Uds. dicen representar.