El gobierno de Cambiemos busca desviar la atención de la opinión pública
Mientras al gobierno de Cambiemos todos los días se le destapan ollas de corruptos negociados como los de la obra pública en CABA, Misiones, Córdoba, Mendoza, los parque eólicos en el sur, la compra de armamentos a Estados Unidos, etc., etc., y Edenor le saca los medidores a los pobre para reemplazarlos por los medidores pre-pago (si tenés plata tenés luz y sino embromate), hay personajes entrenados para distraer a la opinión pública con provocaciones ridículas, pero de las cuales la prensa suele hacerse eco y entonces no se habla, o se habla menos, de lo que el gobierno no quiere que se hable.
Lo de González Fraga, lo del video en la escuela de la Boca son parte de estas maniobras de distracción que utiliza Cambiemos, cuyos funcionario, en su mayoría fueron la pata civil de la dictadura militar.
Lo de los medidores pre-pago es una vergüenza, la energía eléctrica es un servicio de primera necesidad, hay personas que son electro dependiente y aunque no lo sean, en un hogar siempre hay niños y nadie tiene derecho, ni Edenor, ni Macri, ni ningún otro HDP, a dejar un niño sin luz porque sus padres sean pobres, aún cuando el niño necesite la luz sólo para ver televisión, no importa, es un derecho.
Pero la verdad es que a quienes avasallan la institucionalidad del país, presionan jueces, compran dirigentes políticos y gremiales, y mienten permanentemente, a esa gente no se le puede hablar de derechos, son mafias que accedieron al poder mediante el engaño y vinieron a vaciar el país.
Hasta cuándo los aguantará el pueblo, es algo difícil de predecir, aunque hay que reconocer que una parte de ese pueblo todavía apoya al gobierno de Mauricio Macri.
Son los que tienen sobradas razones para hacerlo, tal el caso de los que el pasado sábado se concentraron en Plaza de Mayo donde, como dijo el propio presidente, “no hubo colectivos”. Y es natural que haya sido así, porque la enorme mayoría de los asistentes se manejan en autos de alta gama o camionetas 4×4.
De todas manera, como cualquier movilización, la marcha del sábado puede ser objeto de muy diferentes lecturas, según la vereda adonde uno esté parado. Personalmente coincidimos con la opinión del periodista Iván Schargrodsky, quien la definió como, más que de apoyo a las políticas del gobierno de Macri, una marcha opositora a la oposición. También en Salto, el sábado alrededor de cuarenta personas se concentraron en Plaza San Martín para entonar el Himno y manifestar su apoyo a la “democracia macrista” (no para comer choripán). Por supuesto no era la misma gente que en su momento se movilizó contra el tarifazo, tampoco los que reclamaron por los inundados, ni los del «Ni una Menos” y en su mayoría, ni siquiera por “Memoria, Verdad y Justicia”. Pero cada uno se moviliza por lo que siente… o por lo que le conviene.
Los argentinos tendremos que acostumbrarnos a estas cosas. Lo bueno es que sólo faltan 140 semanas. Lo malo es que esa cantidad de semanas significan 979 días.