Institucionales

Una Cámara a la deriva

No es novedad para nadie que la Cámara de Comercio e Industria de Salto atraviesa una situación por demás complicada, tanto desde lo institucional como en lo financiero.
De las tres empleadas que se desempeñaban en la entidad, sólo está quedando una y será hasta que consiga otra ubicación, ya que a partir del primero de octubre próximo la Cámara sólo habrá de cumplir un rol puramente institucional como Ente de asesoramiento y consulta para el Comercio y la Industria local, dejando de lado el cobro de diferentes servicios como hasta ahora lo venía haciendo.
Incluso en la asamblea del pasado 29 de agosto, convocada entre otros puntos para elegir nueva Comisión Directiva, no se llegó a contar ni siquiera con el número de socios necesarios para conformar una conducción.
Ahora se está evaluando realizar una nueva convocatoria a efectos de regularizar el funcionamiento de la entidad a la mayor brevedad, porque tampoco es posible, ni justo, que dos o tres personas estén cargando la pesada mochila de una Cámara de Comercio que hoy por hoy navega como un barco sin timón.