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FEDERAL B: Defensores de Salto eliminado en Concepción del Uruguay.

(Por Cristian A. Provensal) – Se terminó el sueño de Defensores. Un sueño que se sustentó por los buenos jugadores que el equipo mantuvo más los refuerzos que llegaron. Pero faltó «el equipo».
Ya se mencionó que este se fue formando en el transcurso del campeonato. Un torneo que se sabía tenía zonas con pocos equipos y por ende, con pocos partidos. Ya se habló de la importancia de los partidos amistosos, los que Defensores no hizo, siendo la excepción en este nivel, o a nivel nacional o mundial. Producto de esto es que se llegó a fin de la primera rueda y aún no se podía recitar un «equipo de memoria», Montero, Saucedo, Daglio, Falgari, Ermini, Naya, Castagno, Hazaña, fueron jugando, varios cambiando posiciones en la mitad de la cancha. En realidad se debía comenzar el Torneo con EL EQUIPO. No es lo mismo, y damos un ejemplo, para un central o un lateral, tener cerca a Hazaña, Ermini, Montero o Castagno. Porque todos, buenos jugadores, tienen características diferentes. No es lo mismo jugar de memoria, rápido, por ejemplo para el volante de contención, si no sabe seguro si a su lado está apoyando Guido, o si Ermini picó o si Hazaña se cerró hacia adelante…Esto buscan en todo el mundo los equipos antes de jugar los respectivos torneos. Y el que juega, aparte, sabe que fue el elegido, que tiene toda la confianza del DT, y no estar pensando si jugará al otro fin de semana y en qué posición lo hará…
«Joni» Cianciarullo, antes de comenzar el campeonato dijo en el programa radial SIN ANESTESIA, «es este año o nunca…» Fé sobraba, y por nombres, se podía soñar. Pero no pudo ser.
Se clasificó y entró por la ventana, y fue, lamentablemente, el único de la zona que ya se despidió. En el fútbol, las casualidades no existen. La suerte puede jugar a favor o en contra un partido o dos, pero pensar que por ella hoy se quedó eliminado no es serio.
Defensores por momentos jugó bien, llegando a su techo en Chivicoy durante el primer tiempo. Por momentos se jugó regular y en otros mal. No se encontró nunca «un estilo», sí es cierto que jamás se dejó de pensar en el arco de enfrente. Pero faltó el cómo. Los medios estuvieron ausentes. Porque a la idea de salir jugando, por ejemplo, hay que agregarle algo más que convicción. Hay muchas jugadas preparadas, para intentar salir prolijo desde el fondo teniendo en cuenta si el rival presiona con uno, dos o tres delanteros. El equipo de Salto fue un equipo «híbrido», no fue una delicia para los ojos, ni fue un equipo duro, de esos que no llenan la vista pero que muerden, luchan, y ganan casi siempre las segundas pelotas, las divididas…
Algunos dirán que se clasificó y ahora se peleará por otro título más a nivel local, que esto no es poco, etc, etc.. Y no deja de ser cierto, pero sería hipócrita no reconocer que este plantel se formó con otras expectativas.
Ahora llegó el momento de poner todo en la balanza, ver aciertos y reconocer errores. Nada de lo sucedido tirará por la borda lo que trabajó Spontón, nadie dudará que los jugadores dejaron siempre en la cancha lo máximo ni se pondrá en tela de juicio la labor de los directivos. Pero la tarea de éstos, especialmente, es la de encontrar fallas para no repetirlas en el futuro.
Mientras tanto futbolistas y cuerpo técnico deberán dar rápido vuelta la hoja y pensar en lo que viene (nada menos que El Fortín, puntero del Torneo local, el martes). Porque ahora queda el otro sueño, un nuevo campeonato para seguir haciendo historia….
«Es este año o nunca más» dijo «Joni». Ojalá se haya equivocado. Porque el fútbol de Salto sueña con un representante en el Federal A.
Fuente: Sin Anestesia.