Embestida neoliberal con la complicidad del partido judicial

Los acontecimientos que contaron con la atención de gran parte de la opinión pública de nuestro país durante la semana pasada, nos referimos a los allanamiento o más precisamente a los avasallamientos perpetrados contra la familia Kirchner y Víctor Hugo Morales, deberían llamarnos a la reflexión acerca de qué país queremos la mayoría de los argentinos.
Lo de Víctor Hugo, es por una causa impulsada por el Grupo Clarín (Cablevisión) cuando en el año 2000 el periodista deportivo permitió que desde su programa se pudiesen ver los dos goles de Boca en aquel encuentro con el Real de Madrid por la copa Intercontinental, pese a que esos derechos le habían sido cedidos por Mauricio Macri, entonces presidente de Boca, al grupo hegemónico de Magneto, Noble y Cía.; c… no sólo en la mayoría de los hinchas del xeneise, sino también en todos los demás sectores populares que no tenían acceso al cable codificado. El partido lo podría ver sólo quien pagase para ello.
Pero tales conductas no deberían asombrarnos, porque son coherentes con la mentalidad neoliberal o más claramente, gorila de quienes, al igual que este Macri que hoy pretende gobernar el país, estuvieron siempre en contra de las clases populares, de la inclusión, de la igualdad de derechos, de la justicia social y en definitiva, de todo lo que pueda significar, elevar la condición de vida de los pueblos.
Lo de Bonadío para con Hotesur no tiene nombre, servil a los intereses políticos del jefe de Gobierno porteño, el Juez federal ordenó un procedimiento tan absurdo, como absurda fue la utilización de casi cuarenta efectivos de la policía metropolitana para un operativo en Santa Cruz.
Demostrando un poco más de sensatez, la Cámara Federal separó de la causa al cuestionado magistrado, quien después de este papelón jurídico-político, aun tuvo cara para salir a decir en un reportaje radial que si aparece “suicidado”, que busquen al asesino, pretendiendo darse una importancia que su trayectoria está lejos de convalidar.
Esto es al fin y al cabo, una embestida más de las tantas que harán hasta las generales de octubre.