Rumbo a las PASO: Precandidatos de la oposición en territorio bonaerense
Lamentablemente – a nuestro juicio – quienes aspiran y en consecuencia disputan por una banca de diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, han optado por el marketing antes que por el contacto directo con el ciudadano.
En tal sentido, las redes sociales, la pantalla chica y los medios digitales parecen ser los canales preferidos de los políticos para la captación de votos, por supuesto que en todos los casos primero están las agencias de publicidad, que son las que, con mayor o menor ingenio, arman los spots con los que luego el candidato pretende «vender su producto».
Por más que uno sepa que esto es puro márketing, cuando se hace una lectura entrelíneas de esos mismos spots, muchas veces sirve, quizá no para definir pero sí para tener aunque más no sea una vaga idea sobre el precandidato del que se trata.
Pero para aclarar el concepto nada mejor que citar algunos ejemplos. Tenemos el caso de Florencio Randazzo, un turista de la política que aparece indefectiblemente en tiempos electorales y siempre encabezando un espacio que pueda restarle cuatro votos a la fuerza donde esté la líder natural del peronismo.. El resentimiento que el ex-ministro de Transporte arrastra desde el año 2015 lo lleva a cometer estos errores, que no mueven el amperímetro, pero que en alguna oportunidad perjudicaron a gente que creyó en él.
Otro caso típico del marketing es Facundo Manes, brillante como científico pero un vendedor de imagen en política.
Si Manes es Vidal y Vidal es Macri…dos más dos es cuatro.
Aunque ahora en campaña algún spots lo muestre prendiéndose en un picado de potrero con chicos pobres, quienes conocen al neurocientífico saben que el círculo de sus relaciones pasa por otros personajes, en general con apellidos de cuantiosas fortunas, empresarios/as o dueños de renombrados laboratorios.
Con respecto a Diego Santilli, el ex-funcionario del gobierno de Larreta se define solo,
por más que quiera disfrazarse de bonaerense no puede ocultar que es de CABA y viene a la Provincia a defender los intereses de CABA.
Pero si la provincia de Buenos Aires presenta precandidatos «flojitos de papeles», nos atrevemos a decir que los porteños tienen un panorama todavía más complicado. Salvo que la madre de Randazzo tenga razón, no imaginamos que alguien pueda darle su voto a personajes como Javier Milei o López Murphy o a la misma María Eugenia Vidal, que provocó una hecatombe cuando gobernó la provincia y ahora se postula por Capital,mintiendo como siempre lo hizo, gracias al blindaje mediático.
Lo bueno de todo esto, si es que hay algo bueno, es que generalmente el contenido de los respectivos spots, es concordante con la imagen del precandidato. Lo tenemos por ejemplo a López Murphy diciendo: «si votás a los mismos vas a tener más de lo mismo». y lo dice sin ponerse colorado el mismo individuo que siendo ministro de Economía en el gobierno de De la Rúa, en complicidad con la entonces ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, les rebajó el sueldo a los empleados públicos en un 10 % y en un 13 % a jubilados y pensionados.
De todos modos las campañas dan para todo, mientras Manes en provincia habla de una «Revolución del conocimiento», en Capital María Eugenia Vidal se muestra como ultra defensora de la educación pública y critica el cierre de escuelas por la pandemia, lógicamente nada dice que en territorio bonaerense ella mandó cerrar escuelas cuando no había pandemia, que el espacio al que pertenece, el mismo de Manes, Santilli y López Murphy, fue el que canceló el Programa Conectar Igualdad, el de Orquestas y Coros del Bicentenario, el que dejó vencer cientos de miles de vacunas, el que endeudó al país como nadie, el que destruyó la industria nacional, el que dejó millones de personas sin trabajo, por mencionar sólo algunos de los tantos males que causó el ahora «Juntos», cuando su nombre era «Cambiemos» y más tarde «Juntos por el Cambio».