Una grieta que se ensancha y profundiza

Como todo gobierno neoliberal, el de la alianza Cambiemos favorece a los ricos y poderosos, en detrimento de las clases populares.
Pero en el caso puntual del macrismo, no sería mucho lo que podría hacer sino contase con la complicidad de cierto sector de la justicia, de los medios hegemónicos y por supuesto, también de una parte de la oposición política.
Una muestra de ellos es lo que está ocurriendo por estos días en el orden nacional. Mientras esa justicia funcional a Magnetto se ocupa de perseguir a CFK y los medios cubren sus espacios con la noticia, en CABA el subte aumenta su boleto en un 66%; el Congreso se prepara a dar dictamen favorable a un presupuesto que hasta la semana pasada era impensable que se pudiese aprobar y los legisladores, (diputados y senadores) aumentaron sus dietas un 47%, con lo cual un legislador, con gastos de representación, desarraigo, pasajes, etc., pasó a cobrar en el mes de octubre (porque además fue retroactivo), la nada despreciable suma de 145.000 pesos por derecha y sin los sobres especiales.
Si el poder legislativo tomó por asalto a las arcas públicas, el judicial no se podía quedar atrás y aumentó el haber mensual de los jueces en un 43%, lo que lleva el sueldo de un juez de primera instancia a la suma de 140.000 pesos mensuales.
Tanto un legislador, como un juez, cobran por mes lo que un jubilado con la mínima (el 91%) recibe en dos años. Si amigo lector, leyó bien, un jubilado necesita dos años de su haber, para llegar a lo que uno de estos señores cobra en un mes.
Con esa distribución de la riqueza, no hay duda que la grieta se seguirá ensanchando y profundizando. Y esto es extremadamente peligroso, es como si desde algunos sectores se estuviese impulsando a los argentinos a un enfrentamiento interno de imprevisibles consecuencias.