Como dijo en Paraguay el Papa Francisco: “Qué mentiroso que sos”

La frase fue pronunciada por el Sumo Pontífice hace algunos meses, en oportunidad de su visita a Paraguay y lo dijo en el contexto del relato de una anécdota tan risueña como significativa, teniendo en cuenta los momentos políticos que por entonces se vivían en Argentina.
De todos modos la expresión le cabe perfectamente al presidente Macri, en relación a sus dichos del 1º de marzo ante la Asamblea Legislativa.
Allí el Jefe de Estado culpó a la “herencia recibida”, de la inflación, la inseguridad, la corrupción, el desempleo, la deuda externa, etc. etc. etc.
Nada es fruto de su gobierno, ni la devaluación, ni los miles de despidos en la administración pública, ni los tarifazos, ni la brutal pérdida del poder adquisitivo del salario de los trabajadores, ni el progresivo desmantelamiento de programas como el de los camiones odontológicos y oftalmológicos, Conectar Igualdad, Orquestas y Coros del Bicentenario, entre otros.
Tampoco es responsabilidad suya el denigrante y tramposo acuerdo con los fondos Buitre y mucho menos el endeudamiento al que está sometiendo al país.
No es culpa de Macri que este fin de semana los peajes hayan aumentado entre el 300 y 400% y que los precios de los combustibles registrarán el segundo incremento en menos de 60 días.
Todas estas medidas que, como la quita de retenciones, significa una brutal transferencia de recursos desde los trabajadores hacia el poder económico concentrado, no son imputables al Gobierno de “Cambiemos”.
Nada es culpa de Macri o de sus cómplices. La única responsable es Cristina y por ella van ahora, no sólo desde el gobierno, sino también desde el partido judicial y sus socios mediáticos.
Pero ¡cuidado! del 2001 nos separan apenas 15 años si miramos hacia atrás, si miramos hacia adelante, está a la vuelta de la esquina.