Chile: cerraron mesas en plebiscito que define si aprueban o rechazan nueva Constitución
Las mesas de votación del plebiscito constitucional en Chile cerraron este domingo en general a las 18 (las 19 en la Argentina), aunque algunas de ellas permanecían abiertas hasta que terminaran de emitir sus sufragios aquellos ciudadanos que ya estaban formando fila a esa hora.
Mientras tanto, en la mayoría de los locales, ya cerradas las urnas, comenzó el conteo a viva voz.
Como es tradición en Chile, las autoridades de las mesas realizan el conteo de los votos frente al público y los medios de comunicación, lo que genera festejos de las personas presentes cada vez que se contabiliza un voto para su opción.
«Tenemos un balance positivo, no sólo por la participación, sino por cómo están funcionando nuestras instituciones», dijo la ministra vocera del Gobierno, Camila Vallejo, en el Palacio de La Moneda antes del cierre de mesas.
Nueva Constitución
El nuevo texto, de 178 páginas y elaborado durante un año por una Convención Constitucional, consagra un «Estado social de derechos», en respuesta a reclamos expresados en las masivas manifestaciones sociales de octubre de 2019.
El proyecto consagra la plurinacionalidad indígena y establece un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, aborto, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos, aunque mantiene la economía de mercado.
«Votar hoy es más importante que nunca, lo único que quiero es que se acaben las peleas y las divisiones», dijo a la AFP Soledad Romero, de 34 años, tras emitir su voto en un colegio del centro de Santiago, sobre el clima caldeado que rodeó esta votación.
El mismo anhelo de Elecier Adaos, un jubilado de 75 años, que votó en una escuela en la comuna de San Bernardo, en el sur de Santiago: «Espero que después de esta votación no haya más conflicto. El que sea que gane, que no vuelva esto del conflicto. Estuvieron muy violentos los últimos días».
Últimos sondeos
La opción del «Rechazo» a la nueva Constitución lidera todas las encuestas desde hace más de un mes, pero la campaña del «Apruebo» movilizó multitudes sobre todo en Santiago, alimentando la ilusión de un triunfo.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró que cualquiera sea el resultado del plebiscito convocará a la «unidad nacional» en un ejercicio con «más democracia» para superar fracturas sociales, señaló al votar entre aplausos en su ciudad natal de Punta Arenas, extremo astral de Chile.
La expresidenta Michelle Bachelet, muy popular en este país, dijo que de ganar la opción Rechazo como anticipan los sondeos, «las demandas de los chilenos no van a quedar satisfechas» y se debería convocar a un nuevo proceso. La exmandataria votó en Ginebra, Suiza, donde acaba de dejar su cargo como alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Los actos de cierre de campaña el jueves en la capital de este país de casi 20 millones de habitantes, dieron dos fotos muy diferentes que contrastan con los pronósticos.
La fiesta callejera del «Apruebo» convocó entre 250.000 y 500.000 personas, según los organizadores, mientras el acto de cierre del «Rechazo» consistió en un evento de no más de 400 personas en un anfiteatro de Santiago.
«Se confirma lo que se ve en las encuestas, de que la ventaja del ‘Apruebo’ en Santiago va a ser muy importante sobre el rechazo», dice la socióloga Marta Lagos, fundadora de la encuestadora Mori.
«Pero eso no significa que el ‘Apruebo’ vaya a ganar (… pues) tiene mucha desventaja en el sur y en norte del país», zonas que sufren violencia e inseguridad, agrega Lagos.
Mientras en el sur hay conflictos sobre tierras que reclaman grupos de indígenas Mapuche, en el norte se produce un incesante ingreso de inmigrantes sin papeles que viven en las calles y que ha generado la aparición de mafias de traficantes de personas y delitos violentos.
«Por acá la gente va más por el rechazo (…) creen que es el mejor camino, porque tienen miedo a los cambios. Tienen para comer, tienen trabajo y piensan que eso lo van a perder», dice a la AFP Alfredo Tolosa, un trabajador de 47 años de una maderera en Tucapel, una localidad de 13.000 habitantes la región del Biobío (sur).
Concurrencia obligatoria
Por primera vez en más de una década, la concurrencia a las urnas es obligatoria so pena de una multa máxima de 180.000 pesos (unos 200 dólares). Eso, junto con la participación de los jóvenes, podría inclinar la balanza entre los más de 15 millones de electores.
El multitudinario acto de cierre del «‘Apruebo’ confirmó que van a votar muchos jóvenes especialmente en la región Metropolitana y que esos jóvenes favorecen al Apruebo», afirmó Lagos.
Expertos esperaban la participación de más de 11 millones de personas, muy por encima de los 8,3 millones que votaron en diciembre, cuando Gabriel Boric ganó la elección presidencial, en lo que ya se anticipa como una «revolución participativa».
En el extremo norte del país, en la ciudad de Arica, «las nuevas generaciones están más por el ‘Apruebo’ y quieren cambios (…) la diferencia es generacional», estima Aníbal González, 55 años, dueño de un criadero de cerdos.
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