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Farmacéuticas se oponen a suspender los derechos de propiedad de las patentes

Entre las iniciativas para lograr la liberación de patentes está la de Médicos Sin Frontera (MSF), organización que apoya la propuesta que India y Sudáfrica presentaron ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en octubre de 2020, y aún es objeto de discusión.

La propuesta de MSF, busca suspender los derechos de propiedad intelectual de las tecnologías médicas de prevención y tratamiento del COVID-19 generadas por las empresas, para que no sólo ellas puedan producir medicamentos, insumos y vacunas. Para ello también piden que se comparta su know how, el conocimiento tecnológico.

«Hay una gran dificultad, que es que todos los países necesitan las mismas cosas al mismo tiempo», dijo a Sputnik Felipe Carvalho, coordinador de la Campaña de Acceso a Medicamentos de MSF. Sin embargo, señaló que ese no es el principal problema, sino los monopolios de propiedad intelectual, que impiden generalizar la producción de insumos médicos para abastecer a los países.

«En la actualidad, sólo el 0,3% del suministro de vacunas se destina a los países de bajos ingresos», señaló el 14 de mayo pasado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Paises pobres

Muchos países pobres han vacunado a menos del 1% de su población, mientras que los países ricos de Europa y Norteamérica ya han vacunado entre el 30 y 56% de sus habitantes, según información de Our World in Data al 19 de mayo.

Ante la situación, la OMS pidió a los países ricos que retrasen la vacunación de niños y adolescentes para «donar más dosis» al mecanismo COVAX, el plan global para distribuir vacunas entre los países pobres.

¿Qué piensan los países ricos?

La mayoría de las naciones que apoyan la medida de suspensión de las patentes son países en desarrollo. Aunque Estados Unidos cambió su postura y a comienzos de mayo anunció que está a favor de la medida —y más recientemente China apoyó la propuesta—, la Unión Europea (UE) mantiene opiniones encontradas.

El Parlamento Europeo se pronunció este jueves 20 a favor de «la derogación temporal de los derechos de propiedad intelectual de las vacunas, equipos y tratamientos frente al COVID-19», pero aún no lo ha hecho la Comisión Europea.

La posición de América Latina

En América Latina el escenario es variado. Hay países que patrocinan la propuesta, como Bolivia y Venezuela; países que la apoyan, como Argentina; otros que no han manifestado su opinión, como Chile y México; y quienes ya se manifestaron en contra, como Brasil.

«Es un momento muy importante como para que estos países se sumen a los otros países en desarrollo que están sufriendo con la falta de vacunas, e impulsen la propuesta, incluso volviéndose patrocinadores», agregó.

Argumentos en contra

La industria farmacéutica representa una feroz oposición a la propuesta de suspensión. Un informe de The Intercept reveló que más de 100 grupos farmacéuticos han presionado a los legisladores y miembros del Gobierno estadounidense a encajonar la solicitud de exención de propiedad intelectual.

Alegan que, de suspenderse, se estaría repartiendo una receta sin los ingredientes o las instrucciones y, además, que se eliminaría el incentivo de las empresas para innovar.

Ahora bien, los países pobres y organizaciones afines a la exención de patentes aseguran que, de acordarse, los países podrían producir vacunas y fármacos de COVID-19 a mayor escala y a precios más bajos.

¿Por qué liberar las patentes de las vacunas?

Los argumentos a favor de la liberación temporal de las patentes de las tecnologías médicas esgrimidos por India, Sudáfrica y los países que apoyan la iniciativa, así como de los organismos internacionales de salud y el MSF, se basan en la idea de que la fabricación generalizada permitirá que las inoculaciones lleguen a todos los países y se pueda superar la actual escasez de insumos para hacer frente a la pandemia.

Organizaciones como MSF, cuestionan —y en algunos casos incluso desmienten— los argumentos presentados por las farmacéuticas, y exhortan a los países a apoyar la iniciativa en la OMC. Carvlaho opinó sobre varios de esos puntos.

El problema de los monopolios de patentes

«Muchas de estas tecnologías médicas son controladas por monopolios [de propiedad intelectual], lo que fija una limitación artificial de la producción, porque una sola empresa controla el mercado y bloquea a otros productores que quizá podrían desarrollar las mismas tecnologías o similares», explicó Carvalho.

Estas empresas negocian acuerdos comerciales limitados y secretos, que excluyen a muchos países de ingresos bajos y medios. Las vacunas son un «claro» ejemplo de cómo operan, aseguró: «unas pocas empresas quieren controlar solas un mercado que no consiguen atender solas». (InfoGEI)Jd