Mariela, Marina y Laura: las superheroínas de la donación de plasma en territorio bonaerense
De las más de 790 donaciones de plasma que se registran en el territorio bonaerense, 182 personas donaron más de una vez, según indicaron desde el Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires. De ese total, 152 donaron en 2 oportunidades (82 hombres y 70 mujeres); 27 personas lo hicieron 3 veces (16 mujeres y 11 hombres) y sólo 3 lo realizaron en 4 ocasiones (todas mujeres).
Mariela, Marina y Laura son recuperadas de COVID-19 y las únicas tres personas que donaron plasma en 4 oportunidades en la Provincia de Buenos Aires. Las tres eligieron el camino de la solidaridad para que otros pacientes que transitan la enfermedad puedan restablecer su salud.
De las más de 790 donaciones de plasma que se registran en el territorio bonaerense, 182 personas donaron más de una vez, según indicaron desde el Instituto de Hemoterapia de la Provincia de Buenos Aires. De ese total, 152 donaron en 2 oportunidades (82 hombres y 70 mujeres); 27 personas lo hicieron 3 veces (16 mujeres y 11 hombres) y sólo 3 lo realizaron en 4 ocasiones (todas mujeres).
Respecto a la particularidad de las superdonantes, la Directora Asistencial del Centro Regional de Hemoterapia La Plata, Alejandra Debonis, explicó que “en el caso de estas personas se dieron dos motivos para que puedan donar 4 veces: mantuvieron altos los títulos de anticuerpos -medición que se hace a todos los voluntarios y voluntarias que se recuperaron de COVID-19 para determinar si pueden donar plasma- y muchas ganas de donar varias veces”.
Historias en primera persona
Mariela Crespi tiene 41 años y vive en Mar del Plata. Es enfermera de una clínica y empezó con síntomas el 26 de marzo. Allí mismo quedó internada durante 27 días y luego estuvo aislada 10 días más en la casa de su madre. Sus hijos, de 20 y 14 años, respectivamente, también dieron positivo a principios de abril mientras ella estuvo internada.
“Desde el primer momento decidí donar plasma, se lo comenté a mi hijo Ezequiel y el 19 de junio donamos plasma juntos en el Centro Regional de Hemoterapia de Mar del Plata”, contó Mariela, y agregó que “después él no pudo seguir porque no tenía tantos anticuerpos como yo”.
Mariela destacó que “ser solidarios no cuesta nada y además en mi caso me generó una enorme satisfacción poder aportar un granito de arena para que otras personas puedan recuperarse”, y añadió que “en definitiva uno siente alegría, al menos yo me sentí muy feliz”.
Marina Mariño tiene 23 años y también vive en Mar del Plata donde estudia ingeniería. En diciembre se fue a Estados Unidos a través de un programa de intercambios que decidió concluir antes de tiempo porque comenzaron a aparecer casos allí y las fronteras se iban a cerrar. Si bien se autoaisló al regresar al país, a los pocos días presentó síntomas leves y luego fue diagnosticada como positivo de coronavirus.
“En junio se empezó a difundir más el tema de la donación del plasma en Mar del Plata así que llamé al 0800 222 0101 de la Provincia de Buenos Aires y me indicaron los pasos a seguir”. Se realizó la muestra de sangre para determinar la cantidad de anticuerpos y al resultar con buenos títulos, empezó a donar plasma en el Centro Regional de Hemoterapia de Mar del Plata.
Sobre qué fue lo que la motivó a donar plasma, Marina resaltó que “el mundo está atravesando un momento muy difícil y si yo tuve la suerte de no tener síntomas muy graves ni tampoco la donación genera efectos negativos en mi cuerpo, así que puedo ayudar, considero que es lo correcto”.
Por su parte, Laura Moyano tiene 31 años. Vive en la localidad de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero. Es ama de casa y además colabora en el merendero “Manos solidarias”. El 15 de junio fue diagnosticada como caso positivo. Luego de recuperarse, decidió convertirse en donante de plasma.
“Me encanta ayudar siempre que puedo y saber que por cada donación puedo ayudar hasta 4 personas para que se recuperen, me llenó el alma, me dio emoción y por eso decidí seguir donando”, dijo Laura y aclaró que “voy a seguir hasta que me digan que no puedo donar más”.
(InfoGEI) Mg