En aislamiento pero con memoria
Un día como hoy de hace 44 años, el pueblo argentino comenzaba a padecer lo que seguramente fue la etapa más oscura y trágica de su historia. El golpe cívico-militar que derrocó al gobierno constitucional de Isabel Martinez de Perón, puso en el gobierno a una junta militar que, ni bien asumió, inició una persecusión atroz hacia todos los sectores populares y muy especialmente sobre el peronismo y sus aliados. Por eso no podemos menos que repudiar ese títular del 22 de marzo del diario Clarin, dando cuenta que «el peronismo prueba otra vez con los militares en la calle», como si ese mismo medio no hubiese sido uno de los que integraron la pata cívica en aquel golpe de 1976.
Se podrá decir que todo esto es historia, pero se estaría faltando a la verdad. No son historia, quienes promovieron y luego fueron protagonistas en aquel cruento golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, no son historia ciertos grandes medios de comunicación, como tampoco lo son determinados sectores del radicalismo, ni los grupos de empresarios de la derecha conservadora e incluso algún sector minoritario de la Iglesia Católica. Y no son historia porque muchos de estos mismos personajes, aún hoy siguen de alguna forma condicionando el presente y el futuro de todos los argentinos.
Por eso este 24 de marzo, sin marchas ni movilizaciones por el Coronavirus, quienes nos sentimos inmersos en el campo nacional, popular, democrático y solidario, enarbolemos más alto que nunca las banderas de la Memoria con Verdad y Justicia, para que el NUNCA MÁS sea una realidad efectiva.