No resignan sueños ni convicciones
Afortunadamente hay mucha gente en el país que, aun sin ser mayoría, mantienen firme y en alto sus ideales en cuanto al concepto de patria solidaria.
Un ejemplo de ello es el Centro Cultural “La Patria es el otro”, que funciona en calle Belmartino esquina Cerrito. Allí, un grupo de personas de diferentes edades y condición económica cada sábado por la tarde atienden entre 30 y 40 niños de la zona, a los que se les brinda una nutritiva merienda que incluye torta casera masas o facturas, según los recursos de los organizadores. También a los pequeños se los hace participar en juegos didácticos o si las condiciones climáticas son favorables, se realizan actividades recreativas al aire libre.
Una vez al mes en el mismo Centro Cultural le ofrece a los vecinos, a precios muy convenientes, bolsos que contienen entre ocho y diez kilos de verduras frescas, con variedad y calidad.
Todas estas actividades, que por supuesto no persiguen ningún fin de lucro, insumen no solamente tiempo, también recursos económicos y si se mantienen, aun en las actuales condiciones del país, es porque esas personas no han arriado sus banderas ideológicas, tienen muy en claro que “La Patria es el otro”.